Generar en nuestros clientes experiencias positivas, puede llevarnos a construir relaciones de largo plazo que nos aporten rentabilidad y mayores compras a medida que la interacción crece.

Para poder conseguir esas experiencias excepcionales necesitamos una coordinación y comunicación profunda al interior de nuestra empresa.

Nuestro esfuerzo va más allá de obtener tan solo una sonrisa al momento del checkout.

Cada cliente es distinto y sus prioridades cambian según sus necesidades. El beneficio puede estar en la facilidad que tiene para encontrar lo que busca, en la velocidad del servicio en el piso de ventas, o en otros detalles como la variedad de productos a su alcance, la puntualidad de las entregas, la seguridad de que puede encontrar todo lo que necesita, etc.

Vivimos en la era de la experiencia y para competir en ella requerimos una integración digital completa que nos permita aprovechar toda la información que nuestra empresa genera para servir a nuestros clientes.

El mercado actual está cambiando. En todos los medios, "incertidumbre" se ha convertido en una palabra frecuente para describirlo; si a esto le sumamos la competencia feroz evidente en el sector comercial, tener una empresa rentable que mantenga una línea de crecimiento es todo un reto.

Por si fuera poco. Si la demanda de nuestros clientes no es estable, puede darse el caso de que tengamos productos de alta salida, otros con baja rotación y que el resto de ellos sea de petición muy variable.

Esta situación impacta directamente en nuestros inventarios y en la cadena de suministro, hace que la tarea se torne compleja y que la presión de mantener la eficiencia en nuestras operaciones para satisfacer los pedidos se eleve. Cada error o inconsistencia tienen consecuencias inmediatas en los costos y ponen en peligro nuestra ventaja competitiva.

Implementar un sistema de administración de recursos de la empresa o ERP, seguro lo hemos hecho porque después de investigar y de informarnos sobre las ventajas que éste tiene decidimos que efectivamente se trata de una buena decisión para optimizar todos los recursos con los que ya contamos que pueden darnos más beneficios. Aunque implementar un ERP de manera efectiva sí nos ayuda a obtener las metas que nos hemos planteado para la empresa o para la optimización de los recursos, debemos saber que estas también deben ser objetivas y realistas, para que así no nos hagamos metas que no concuerden con los objetivos de éxito para nuestra empresa.

Imagina que has comprado el más actual y digitalizado sistema de home theater, que cuentas con tremendas bocinas, que tu televisión de plasma está instalado y estás conectado a internet para ver todos tus programas en Netflix, pero sucede que aun cuando todo está listo e instalado, no sabes cómo usarlo ¿qué sigue en ese momento además de capacitarte para ello?, el tener también las herramientas para prevenir los posibles problemas que esto pueda acarrear.

¿Recuerdas la época escolar donde los libros, las lecturas y las investigaciones eran parte del día a día por las constantes tareas por realizar?, bueno quizá esos momentos no se han ido del todo porque la jornada laboral es un poco así, con actividades que es necesario llevar a cabo. Ahora, si realizábamos en la escuela las tareas como es debido y estudiábamos obteníamos un 10, un excelente por nuestro trabajo y lo mismo pasa cuando por fin dominamos un sistema de planificación de recursos empresariales ERP.

Cuando se implementa un ERP pasa que algunos jefes o empresas en general temen que el periodo de adaptación y aprendizaje para usarlo sea lento o difícil para sus empleados y por ende esto lleve al ERP a un fracaso donde no se aprende a usarlo y donde esa inversión que se hizo en él se convierte finalmente en una pérdida.

Lo anterior es realmente una duda justa o que se entiende, pero quizá no vemos el potencial que tenemos en nuestros empleados o en nosotros mismos, pues así como de chicos o en la universidad nos preparábamos para un examen, así podemos mentalizarnos para aprender a usar un ERP.

Me gustaría hacerte una pregunta ¿guardas tu dinero debajo del colchón? Si pensaste ¡pero qué pregunta es esa! ¡Por supuesto que mi dinero está resguardado en un banco donde me da ganancias anuales y donde está 100% seguro!, qué bueno que así fue, pero déjame hacerte una segunda pregunta ¿dónde guardas la información de tu empresa?, porque si no es en un lugar seguro en la nube, es casi como si la guardaras debajo de un colchón.

La información hoy más que nunca es poder, y como tu empresa lleva seguramente un inventario impecable, una nómina que se captura minuciosamente o ese proyecto que tanto les ha costado emprender se sigue gracias a los dispositivos electrónicos, bueno seguro querrás que esto se mantenga en un lugar seguro.

Un sistema de administración de recurso de la empresa (ERP) por sí solo es genial porque te permite mantener todos estos datos dentro de tus computadoras y además tener un fácil acceso a ellos cuando así sea necesario, pero eso no asegura que estos estén 100% protegidos a no ser que estén en la nube.

¿Recuerdas cuando empezó el comercio electrónico?, qué poca confianza existía en esos tiempos para realizar pagos y compras por medio de la web, la sola idea de proveer a una página nuestro número de tarjeta de crédito era una experiencia de terror por todas las ideas sobre hackers o robos de tarjetas que nos venían a la mente, o quizá no era eso sino que, nos preguntábamos sobre si realmente los productos que pedíamos llegarían hasta la puerta de nuestra casa.

Lo tiempos han cambiado y hoy compramos por internet de forma tan común que cuesta trabajo imaginar que pudimos haber dudado hace años sobre este tipo de negocio, y en un futuro no muy lejano estos temores serán parte de jocosas historias que contaremos a nuestros hijos y nietos.
Pero ojo, que el negar modernizarnos al no querer emplear un software de planificación de recursos empresariales (ERP), no vaya a ser una de estas historias…porque créenos tendrá todo menos el elemento de gracia.

Si cocinamos sabemos que es un poco como la química, porque el orden de los factores sí que altera el producto, de hecho se dice que la repostería en especial es de las más complejas formas de hacerlo, porque alterar las medidas y la metodología puede cambiar radicalmente el resultado. Para esto sólo basta ver una receta de flan, una de natilla y otra de crema de vainilla, los ingredientes son los mismos, huevo, leche, azúcar y vainilla, pero las cantidades varían y el tiempo de cocción, así como la forma en la que se cocinan.

Lo anterior, quizá suena un poco fuera de contexto porque quizá te preguntes ¿Qué tiene esto de relación con un sistema de planeación de los recursos empresariales (ERP)?, bueno tal vez tu empresa no sea un restaurante, o no has cocinado flanes y natillas, pero ojo, reconoces que si algo se altera en tu empresa, al igual que una receta, puede cambiar el resultado de tus negocios, mismos cambios que pueden tener un muy mal sabor de boca porque resultarán pérdidas.

Si las finanzas van bien, si tu empresa va avanzando regularmente, si todo lo que esperabas en este año se presentó como una realidad en tu negocio ¡déjanos felicitarte amablemente por un trabajo bien logrado!, porque una empresa que avanza y que se ve beneficiada por el fruto de su empeño es una que obtiene un justo éxito. Pero además permítenos darte un consejo que puede ser muy útil para este crecimiento, el de emplear un sistema de planificación de los recursos empresariales como el siguiente paso a seguir en el crecimiento exponencial de tu empresa.

Cuando empezamos una pequeña o mediana empresa o PyME, es lo más natural el sentir un poco de temor pues no solamente nuestro capital está en juego sino que los factores emocionales como la búsqueda del éxito y el esperar que la apuesta que hacemos sea la acertada, estos puntos cumplen un papel bastante determinado en ese miedo que podemos tener al emprender. Pero sin duda se trata de algo disfrutable, pues esa adrenalina significa que grandes posibilidades están en juego.

Por lo anterior y por el gran éxito que está en juego, es que debemos emprender una PyME con las mejores herramientas, mismas que harán de ese temor inicial simple adrenalina momentánea y no una anticipación anunciada de un terrible fracaso; herramientas de éxito como un Software ERP.

Sabemos las ventajas que tiene un sistema de planificación de recursos empresariales o ERP, pero quizá nos hace falta conocer cómo es que podemos escoger uno que sea perfecto para nuestro negocio o empresa ya que cada sistema presentará diferentes características a explotar por los miembros de nuestra organización. En realidad no es muy complejo escoger ERP, basta con conocer las necesidades que tenemos como negocio pero quizá este es el detalle, ya que en ocasiones presentar esas necesidades o conocerlas más a la perfección puede ser algo difícil.